26/6/12

4:00 am

Diría que son las 4.00 am ya y estoy intentando recordar con quién acabo de soñar.

Precisamente por la hora es que no quiero hacerme la intelectual intentando que mis palabras sean tan contundentes como para cambiar vidas.

Sinceramente no se que hacen ustedes leyendo esto, estoy segura de que no son mis ideas las que les interesa, pero no los culpo, yo también ando por ahí buscando a quién espiar y si pone fotos, mucho mejor.

Hoy quiero organizar muchas cosas que tengo regadas por ahí. Papeles, pensamientos, ropa, libros, sentimientos y blogs, muchos blogs que tengo empezados y olvidados. Es eso lo que precisamente hace que le tenga un cierto cariño a este blog ya que sigo recurriendo a él cuando necesito vomitar pensamientos y a pesar de que lo tenga tan descuidado estéticamente pienso que refleja mucho de mi misma, es más, creo que es eso precisamente lo que hace que me refleje tanto.

Me siento un poco mal por los otros, no se, tengo ese vicio de atribuirle sentimientos a todo en el mundo, por eso pienso que mis otros blogs deben sentirse como hijos despreciados y están llorando en una esquina virtual pensando por qué su creadora no los quiere (o peor, deben estarse esforzando día a día para que los vuelva a mirar) Por eso, seguramente este blog es prepotente y mira a los otros con mirada de favorito. Jmm, la vida de los blogs no es justa, debería existir un Dios de los blogs que equilibre las cosas o por lo menos que les de esperanzas.

Pero no escribí esta entrada para felicitar la existencia de mi blog, lo escribí porque son las 4:00 am y seguramente si viviera en China sería una persona normal en un horario normal, pero no, soy Silvia, vivo en Colombia y no he dormido nada porque en la madrugada me da por pensar en organizar cosas como mis blogs, que pudieron ser buenas plataformas para mis ideas.