7/4/13

TROZOS

Todo fue tan intenso que cuando entendí lo que estaba pasando era demasiado tarde para detenerme.

Nuestra relación siempre fue así, totalmente pasional e irracional; era el único lugar, la única persona, el único momento que nos dábamos para seguir nuestros impulsos y esta vez, creo que seguí los más oscuros.

La noche comenzó como cualquier otra noche entre nosotras: arrancándonos la ropa casi desesperadamente. Solamente la desnudez de nuestros cuerpos nos devolvía el aliento.
Eran tantas las ganas de tenerla, tanta la necesidad de sentirla, cada vez más y más; eran tantas mis ganas, tanto mi deseo, tanto mi anhelo, que le arrancaba la ropa con la boca, con los dientes, con hambre de ella.
Seguí mordiendo y arrancando con más fuerza, todo lo que sentía por ella se transformaba en una angustia de hacerla completamente mía. 
Con cada movimiento, la sangre brotaba y se derramaba sobre el suelo mientras escuchaba sus gemidos de placer.

De repente, dejó de moverse; su voz era solo un eco en mi cabeza que ahora se enfrentaba a un silencio profundo y aparentemente eterno. Desde ahora, ella solo existía como los miles de trozos de carne ensangrentada a mi alrededor. 

28/1/13

Esto

No sé por qué últimamente estoy llorando tanto, no entiendo qué es esta tristeza que no me deja.

Me gustaría que todos simplemente volviéramos a ser solo conocidos para que mis palabras no tuvieran el peso de los recuerdos y la incomodidad de lo vivido.

No sé qué es esto que siento, pero lo siento tanto que es lo único que puedo sentir.

Quiero volver al tiempo en el que tu nombre no significaba nada para mi y podíamos existir tranquilamente uno al lado del otro, sin pedirnos nada, sin negarnos nada, sin ignorarnos nada.

Es esta tristeza que no me abandonó, solo se escondió mientras creía que me hacías feliz.