Anoche, mientras intentaba dormirme pensaba en una entrada para este blog. Pensaba en el tema, en la frase para empezarla e incluso el final sorprendente con el que terminaría.
Mientras me dormía me emocionaba pensar en el día de hoy cuando diera click en "publicar entrada" y me sintiera orgullosa de lo que le estaba mostrando a la gente. Releía el título en mi cabeza escuchando satisfactoriamente como era pegajoso y sutilmente interesante.
Pense, edité y reescribí esa entrada varias veces hasta que me dije "esta es de las mejores entradas que vas a hacer, por fin algo para que te presten atención" y como dando una declaración final, se apagó mi sistema nervioso diurno.
Me desperté con una tranquilidad como el que acaba un crucigrama, sentí la tranquilidad y poco a poco comencé a pensarla. Y así como pensé, pensé en la entrada y pensé en la emoción de tener la primera entrada con la que me sentiría satisfecha.
Y así como pensé anoche, pensé esta mañana y solo encontré en mi cabeza una hoja en blanco que al final de cuentas, no me atreví a publicar.
Y así como pensé anoche, pensé esta mañana y solo encontré en mi cabeza una hoja en blanco que al final de cuentas, no me atreví a publicar.
mmmm como habria sido....
ResponderEliminarrecomendado andar con hoja y lapiz. pero si borráste y editaste... ya habia algo material.
ResponderEliminarLo que no me cuadra si es una mente prodijiosa que aún pueda hacer lo imaterial, materia aérea.
Si no hubiera habido hoja en blanco, hubiera confirmado la teoria...
Si hubiera hoja en tinta, pero pocos ánimos, y menos atrevimiento... tampoco hubiera aparecido. lo cual salva la teoria...
pero... Ah! que bonito es pensar y repensar en las cosas que no se tocan y no se dicen cuando no pasan, pero satisfacen el deseo de imaginar.
lo que aún me ronda en la duda... es: si existió en materia lo que no existe en virtual?